Lola Tinés
© Diego González

“He llegado para quedarme”, le susurró al oído. 

No tengo noción del tiempo, no la necesito.

Es mío y lo gastaré como me plazca.
Emplearé un siglo en un proyecto motivador.

Ahorraré 20 nanosegundos marchándome cuando esté finito.
Quemaré mis naves, cartuchos y plomos.

Soñaré cuando todos los sueños hayan cerrado por obras de desmantelamiento,
y me mantendré erguida con la vista en la línea dorada del mar que dibuja un atardecer compartido.

Hasta mañana, que nos aguarda la emoción de lo desconocido. O hasta pronto, que todavía nos espera la noche.

-Lola Tinés-